Mujeres que emprenden un negocio, ¿necesidad o iniciativa personal?

*Por Karla Cruz Martínez

Como se sabe, abatir la desigualdad de género es aún un desafío. En el ámbito laboral de México, en el segundo trimestre de 2021, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE)  reportó que el ingreso promedio de mujeres ocupadas fue 3 804 pesos, mientras que el de hombres osciló en 4 755 pesos. Lo que se traduce en una brecha salarial de -20%, la cual incrementó en 3% respecto al trimestre anterior[1]. Por otra parte, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) estableció, entre el 2008 y 2018, que tan sólo 3 mujeres de cada 10 hogares obtuvieron ingresos más altos. También agregó que las mujeres suelen depender más de los flujos gubernamentales que los hombres, esto se puede traducir en escenarios más precarios para las mujeres, quienes a diferencia de los hombres suelen ser dependientes debido a barreras culturales, recursos limitados y falta de motivación, que eviten incrementar la participación laboral de las mujeres y el goce de un salario igualitario frente al otros géneros[2].

Las mujeres presentan grandes retos en el ámbito laboral, ello las orilla a situaciones  y escenarios que posiblemente no estaban contemplados en su plan o propósito profesional. En este sentido, este artículo propone analizar las distintas causas por las que deciden emprender un negocio las mujeres. Utilizamos datos del Sistema CREA, el cual nos permite conocer las necesidades e inquietudes de las mujeres que han sido capacitadas por CREA. En este ejercicio nos limitamos a discutir la disyuntiva entre la idea de emprender por iniciativa personal versus encontrarse en una situación de vulnerabilidad que hace emprender un negocio a las mujeres.

Ahora bien, como muestran las estadísticas las mujeres reciben ingresos inferiores a los hombres, por lo que suponemos que esta situación podría originar que las mujeres emprendan un negocio para tener mayor renta. Esta idea hace sentido con los hallazgos en los registros del sistema CREA. Ya que encontramos que el grueso de las mujeres diagnosticadas reportó, entre 2014 y 2021, ingresos que oscilan en 3 001 pesos a 8 000 pesos. Cabe mencionar, que dentro de este intervalo está el ingreso promedio que reportó la ENOE.

También, observamos en la Figura 1. que solo el 14% de las mujeres tienen ingresos mayores a 13 mil pesos. Lo cual nos resulta preocupante dado que el 51% de las mujeres registradas en CREA reportaron haber recibido educación superior. En contraste con el 28% que registró educación básica. Los datos nos sugieren que aún con un grado educativo superior, el promedio del ingreso es escaso para las mujeres, lo que posiblemente las propicie a buscar opciones para mejorar sus ingresos.

Figura 1. Ingreso promedio de mujeres CREA

Fuente: Sistema CREA, 2021

En la Figura 2, encontramos que el 44% de las mujeres registradas en CREA, cuentan con un negocio propio, mientras que el 19% son empleadas y el 16% registró estar desempleada y en búsqueda de empleo. Se puede deducir que gran parte de las mujeres en CREA buscan herramientas para fortalecer su negocio e incrementar sus ingresos.

Figura 2. Porcentaje de mujeres por situación laboral

Fuente: Sistema CREA, 2021

En este sentido, la idea de emprender por necesidad económica y no por una aspiración o iniciativa personal cobra sentido. Desafortunadamente, como hemos descrito, las condiciones sociales y la crisis económica en México han incrementado la necesidad de emprender un negocio para poder satisfacer necesidades básicas. En la Figura 3. Se muestra que el 69% de las mujeres en sistema CREA reportaron que la principal causa de emprendimiento fueron la necesidad económica, falta de oportunidades laborales y para completar el ingreso familiar. Frente al 31% que registró por un deseo genuino de ser independiente, oportunidad de emprender y motivos personales.

Figura 3. Porcentaje de mujeres por razón de emprendimiento

Fuente: Sistema CREA, 2021

 

En un escenario alterno sería grato encontrar que el grueso de las mujeres buscan herramientas en emprendimiento por un deseo genuino de ser empresarias, en el que las barreras económicas y sociales fueran escasas. Pero la realidad es otra, sin duda, el porcentaje mostrado en está categoría de emprender por deseo genuino es bastante razonable. Sin embargo, la causa general que trasciende en afiliarse a emprender es por necesidad y precariedad, dado que no hay suficientes oportunidades laborales para las mujeres, predominan los salarios bajos y desiguales frente a los salarios de hombres. Lo cual evidencia a una carente política económica y laboral con perspectiva de género, que mejore las condiciones laborales y económicas de ambos e incentive a mujeres y hombres emprender por convicción, iniciativa personal, vocación; y no para subsistir.

Bajo está situación CREA implementa una serie de metodologías para capacitar a las mujeres que, sin importar la razón, desean emprender, se brindan herramientas para enfrentar las barreras económicas que, por la desigualdad de género, desincentivan a emprender o a ser líderes de sus proyectos de vida.

 

[1] INEGI. Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2021. https://www.inegi.org.mx/programas/enoe/15ymas/

[2] Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. Informe sobre pobreza y género 2008-2018. Una década de medición multidimensional de la pobreza en México. Ciudad de México: CONEVAL, 2021. https://www.coneval.org.mx/InformesPublicaciones/InformesPublicaciones/Documents/Pobreza_genero_08-18.pdf